Pinky y Cerebro

A veces me sorprende el grado de fraternidad qe algunos hombres logran con su mejor amigo. Es como si se complementaran perfectamente. Una mirada y ya se dijeron todo. Un guiño y ya está. Quizá sean habilidades telepáticas qe se aprenden jugando al truco. No sé. Es un absoluto misterio para mí. Pero hay duplas qe eternamente darán que hablar.

En el instituto (del q me lleve un par de amigos para toda la vida) pasaba algo parecido. Cuando los miraba a Sebastian y a Yon no dejaba de venirme la imagen de aquel famoso dibujito Pinky y Cerebro.

Mientras que Sebastian tiene un rol de mando, Yon necesita una guía. Sebas parece más inteligente. Yon parece más sensible. Tiene una risa boba pero de esas qe te dan confianza. Sebas tiene una expresión canchera pero, en el fondo, es torpe para relacionarse. Reconoce las necesidades de su mac antes qe las de su madre.

La dupla funciona, sin dudas. Sebas dice A y Yon ya está terminando el abecedario. Si uno se para, el otro ya está en la puerta. Tienen una coordinación absoluta. A la tarde, cuando era la hora de irnos, ellos dos siempre salian juntos. Los dos son fanáticos de la trilogía de Star Wars. Los dos son de River. Los dos leen los mismos comics de superhéroes.

Yo me aprovecho hasta el dia de hoy de tanta simbiosis, por supuesto, y también los cargo. ¡Porque es un poco extremo! Pero, como les tengo cariño y me tratan tan bien, la verdad es qe me muero de ternura cuando estoy cn ellos y Yon llega y Sebas trata de disimular qe estuvo mirando el reloj cada 5 minutos.



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